Posicionamiento técnico y científico de la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría ante el COVID19

Redacción 23-3-2020

Los datos actuales informan de la letalidad que la enfermedad infecciosa por coronavirus causa en las personas mayores, con cifras entre un 11% y un 14% de mortalidad en personas de más de 80 años, según las investigaciones chinas. No había aparecido recientemente una enfermedad de tal agresividad.

La comunidad de Galicia cuenta con un 25,8% de población de personas mayores y de alta longevidad, con provincias como Lugo y Ourense con más de un 6% de personas de más de 85 años, por lo que podemos esperar una elevada mortalidad si no se adoptan medidas preventivas específicas protectoras para las personas frágiles o con comorbilidades.

El coronavirus posee una capacidad infectiva notablemente superior a los virus patógenos habituales. Los datos informan del potencial de contagio en colectividades. Denunciamos que no trasladar los casos de personas con alta sospecha o positivos de COVID19 que viven en centros de personas mayores constituye, según nuestro criterio geriátrico, una mala práctica epidemiológica y un maltrato grave sanitario que puede derivar en muertes y daños cognitivos y físicos en las personas más vulnerables de las colectividades residenciales.

Residencias de personas mayores de Galicia, públicas y privadas

En Galicia existen más de 21.700 personas residiendo en más de 390 centros geriátricos, con un promedio de edad superior a 85,5 años y la mayoría precisan de ayuda para sus actividades cotidianas (están en situación de dependencia). En ninguna de las residencias privadas o públicas de Galicia hay presencia de médico las 24 horas, dado el carácter social de los centros. Las residencias de menos de 50 plazas para personas en situación de dependencia no cuentan con profesionales de enfermería diaria. La estructura de los centros está diseñada para ser centros de convivencia y no para el aislamiento, por lo que no cuentan con cuartos individuales suficientes ni los procesos de cuidados están adaptados para ello, y menos aún para aislar enfermedades infecciosas de alto nivel de contagio. Un 65% de las personas mayores padecen trastornos neurocognitivos (demencias), dependiendo del tipo de centro, por lo que su aislamiento forzoso es muy dificultoso y complejo, ya que su grado de comprensión de las normas y procedimientos puede ser limitado.

La comorbilidad de las personas mayores residentes en los centros es de una prevalencia destacable, con padecimientos de enfermedades metabólicas, cardiopatías, enfermedades respiratorias crónicas y vasculares que convierten a las personas en dianas de la enfermedad infecciosa COVID19 y producirá una mortalidad muy superior a la media que anuncian en personas mayores que viven en su domicilio y no padecen, por eso, de enfermedades tan graves.

La mayoría de las personas mayores en situación de dependencia precisan de un contacto directo y próximo con los cuidadores profesionales, gerocultores o auxiliares de enfermería para apoyarse o levantarse, cambiarse de ropa, ir al baño, comer, etc. La proporción de cuidadores, enfermeros y personal sanitario es muy baja comparada con los recursos con los que cuenta un hospital, aun siendo de cuidados mínimos. El ratio por cada persona para el total de profesionales de atención directa está entre 0,20 y 0,35 profesionales por persona mayor, por lo que no cuentan con profesionales suficientes para atender la complejidad que suponen estas condiciones de infecciosidad.

Por estas razones expuestas, además de la dinámica de vida habitual en las residencias, la Sociedade Galega de Xerontoloxia e Xeriatría, desde un conocimiento científico y profesional geriátrico propone a las autoridades sociosanitarias la adopción de las medidas críticas, inmediatas y seguras que se citan, sin prejuicio de los protocolos que impone el conocimiento actual científico:

Coordinación, Información y Mando único sociosanitario

Solicitamos la definición inmediata de un mando único y común para las actuaciones derivadas del COVID19 en residencias en Galicia

Diagnóstico urgente en residencias

Se necesita una mayor agilidad diagnóstica de todos los casos sospechosos de COVID19 en personas mayores que residan en viviendas comunitarias, hogares residenciales y residencias, dada su fragilidad y potencial infeccioso para la colectividad. Ninguna persona con diagnóstico de sospecha planteado por el médico del centro residencial o de atención primaria puede permanecer 24 horas sin adoptar medidas urgentes diagnósticas, y la realización de la prueba específica.

Evacuación de la alta sospecha de caso

Procede evacuar a un centro residencial intermedio, con la mayor urgencia, cualquier caso de alta sospecha determinado por el médico del centro residencial o de atención primaria en el caso de que la persona resida en un medio residencial geriátrico rodeado de otras personas frágiles.

Traslado del caso diagnosticado

Cuando se diese por alguna circunstancia un caso de diagnóstico confirmado, procede trasladar con urgencia al paciente mayor a un centro residencial intermedio.

Traslado de pacientes confirmados a hospitales

No se procederá al traslado a hospitales de las personas que tengan confirmación diagnóstica, pero no padezcan clínica de complicación o gravedad, permaneciendo en el centro residencial intermedio.

Centro Residencial Intermedio (CRI)

Se trata de un centro residencial habilitado con carácter de emergencia por coronavirus, de carácter comarcal (o provincial al menos), según se precise y se disponga, dotado de cuartos individuales, con recursos médicos y de enfermería 24 horas, dependiente de la autoridad sanitaria y en conexión con el hospital de referencia, dotado de equipamiento, medicación y consumibles para una adecuada atención sanitaria del caso. Proponemos que la administración competente habilite una residencia como centro residencial intermedio de carácter único, especifico y provincial o comarcal.

Equipos de Protección Individual (EPI) e material de protección común

Todas las residencias, independientemente de su tamaño y tipo, y según su capacidad, tienen que contar con una dotación suficiente de EPI’s y de material fungible de protección.

Comunicación con las familias de las personas mayores

Dada la imposibilidad de visitar a las personas mayores en residencias, cada centro habilitará un sistema de comunicación mediante TIC´s que permita a las personas que lo deseen, hablar y ver a sus familiares. En el caso de no poder mantener comunicación directa por causas cognitivas o físicas, cada centro determinará un profesional para Informar diariamente a la familia.

Estancias temporales con las familias

El familiar o familiares que lo deseen, podrán trasladar a las personas mayores a su hogar domiciliario, siempre que los cuidados sean posibles, reservándoles las plazas y reduciendo la facturación como procede, a un máximo de un 10% del coste de la plaza en concepto de reserva de la misma, por un máximo de tres meses.

Bolsa de trabajadores única

Se constituirá una bolsa de profesionales provinciales que permitan una ágil contratación de personas que se precisen para atender las coyunturas circunstanciales de refuerzo y sustitución de los centros residenciales, facilitando la utilización de las mismas listas de contratación al sector de residencias privadas.

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