«El problema de las residencias viene de atrás»

Redacción 21-7-2020

El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán ha participado en el coloquio ‘Los derechos de las personas mayores’ junto con Matilde Fernández, presidenta de Honor de la Asociación Contra la Soledad (no deseada), en el que han repasado los principales problemas que afectan a las personas mayores en la sociedad actual, como son el envejecimiento de la población y sus consecuencias, las residencias de mayores, la atención sanitaria que afecta a este colectivo y el problema de la soledad no deseada. La actividad se ha desarrollado en directo a través de Internet por la plataforma Canal Sénior.

A lo largo de la conversación se trató una de las cuestiones que más ha dado que hablar durante los meses de confinamiento que acabamos de pasar, el problema que se ha producido en las residencias de mayores, que para el Defensor del Pueblo, aunque “la pandemia le ha puesto la lupa, el problema viene de atrás”, ya que desde el año 2017 la Institución viene preocupándose por este asunto.

Más población pero menos recursos

Teniendo en cuenta el aumento de población, cabría esperar que el gasto en atención sanitaria también aumentase, aunque como explicó el Defensor del Pueblo, en realidad el gasto ha descendido.

Por su parte, Matilde Fernández apuntó otro factor a tener en cuenta, y es que al envejecer acudimos más al médico, por lo que son las personas mayores los principales receptores de la sanidad pública. Y concluyeron que, por tanto, son, precisamente los mayores, los más afectados por este recorte de presupuesto en políticas sanitarias que se viene produciendo desde la crisis del 2008.

“Si se contrae el personal, se reducen las plantillas, se suspenden contratos o se modifican para que sean menos estables, las listas de espera se hacen cada día más largas, las urgencias sanitarias se saturan con más facilidad y algunos servicios sanitarios están mal atendidos”. Se producen, por tanto, “carencias en el mundo de la sanidad”, destacaron los ponentes.

Soledad no deseada

Por último, Francisco Fernández Marugán y Matilde Fernández centraron la conversación en el problema de la soledad no deseada, que según ellos se debe al elevado grado de envejecimiento de la población española ya que, como apuntaron, actualmente hay en nuestro país dos millones de personas mayores de 65 años y más de 850.000 mayores de 80 años que viven solas. Para Fernández Marugán urge “crear conciencia social sobre este asunto”, especialmente en el núcleo familiar.

Según el Defensor del Pueblo, “los hijos y los nietos tienen una labor muy importante de concienciación de los problemas de los mayores”. Deben recordar que “en la crisis del 2008 los mayores hicieron una cosa muy importante, pusieron su pensión a servicio de la familia”, por ello, “esta crisis nos debe hacer a todos un poco mejores y con quien hay que ser mejores es con nuestros padres”.

Según explicó, por aquel entonces preguntaron a las comunidades autónomas y propusieron una serie de políticas para hacer frente a los problemas que según Marugán son, por un lado “un problema de organización en las residencias”, y por otro, “un problema que tiene que ver con los derechos de los residentes”.

Por todo ello, desde el Defensor del Pueblo se ha propuesto la creación de una ley orgánica que “homogenice” la legislación sobre este aspecto, ya que, actualmente “el pluralismo legislativo es extraordinario y hay tantas legislaciones como comunidades autónomas”. En este sentido, ha destacado que en dicha ley es necesario acometer “reformas normativas de calado y una revisión profunda del modelo” y ha señalado que urge aumentar el número de plazas, dotar a las residencias de más personal y mejor formado y garantizar los derechos de los residentes”.

Envejecimiento de la población

Durante el coloquio también se debatió sobre el problema del “envejecimiento de la población”. Para Fernández Marugán, los españoles “tenemos una virtud”, y es que “vivimos muchos años”. “La esperanza de vida en la sociedad española es la segunda de la UE, por detrás de Suiza y de las primeras del mundo, después de Japón”. Si los datos apuntan que para la mitad del S.XXI, el 30% de la población tendrá más de 65 años, “es muy importante empoderar a esta población” de forma que afronten este problema “con optimismo”.

Otro factor importante a juicio del Defensor, en relación con el desarrollo de la población, es el papel de la inmigración y cuál fue su incidencia en la sociedad, ya que, en España, “el desequilibrio entre los que nacen y los que mueren se cubre con un número muy importante de personas que vienen de fuera”.  Según los datos que facilitó, hoy en España “hay entre 5 y 6 millones de personas que no han nacido aquí y que vienen porque creen que pueden adquirir una realización personal que en su país de origen no pueden adquirir”.

Por ello, si tenemos en cuenta tanto el factor del envejecimiento de la población, como el de la inmigración, se puede observar que entre el 2008 y el 2018, la población española ha crecido. Según Fernández Marugán, “España en el año 2008 tenía 45,6 millones de habitante y en el 18 somos 46,6 millones de habitantes”, lo que supone un millón más de habitantes.

 

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