Patología renal en el anciano

Berta Suárez 5-6-2018

La patología renal en el anciano fue el tema central de las VIII Jornadas de la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias, celebradas el 30 de mayo en la sede del Colegio Oficial de Médicos de Asturias, en Oviedo. Las ponencias sobre una de las dolencias más frecuentes en las personas mayores, organizadas por la Fundación Médicos de Asturias , la Sociedad de Geriatría y gerontología del Principado de Asturias y la Sociedad Castellano-Astur-Leonesa de Nefrológica (SCAN), contaron con la asistencia de un centenar de personas relacionadas con la especialidad de la patología renal.

“Como en cualquier patología o enfermedad, es fundamental que se individualice el problema, porque cada caso de insuficiencia renal necesita de un tratamiento específico”, declaró el doctor Manuel Bermúdez, presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias y presentador del evento.

Las palabras del doctor Bermúdez fueron corroboradas por las del nefrólogo J. Emilio Sánchez, quien también habló de la importancia de no generalizar en las patologías renales. Además, para el especialista Emilio Sánchez es fundamental diferenciar entre el proceso fisiológico del envejecimiento renal y la insuficiencia real, ya que “todos tenemos cierto grado de insuficiencia renal, dependiendo de los instrumentos con que se mida. Si sometiésemos a todas las personas a un rastreo, descubriríamos un gran número de ellas con insuficiencia renal, que va en aumento con la edad. Solamente en Asturias hay unas 56.000 personas que padecen esta patología”, aseguró Sánchez, nefrólogo del Hospital Central de Asturias. La intervención de Sánchez concluyó con una reflexiva frase, relativa a la necesidad de cuidarse en todas las etapas de la vida: “Envejecer es la única forma que tenemos de disfrutar de una larga vida”.

Por su parte, la doctora Elena Astudillo, también nefróloga del HUCA, expuso su ponencia centrándose en la necesidad de hacer estudios de la función renal a partir de los 60 años, en pacientes con diabetes y otros factores de riesgo, aportando asimismo datos como que la patología renal es uno de los mayores factores de mortalidad en los ancianos, junto con de una de las dolencias que más aumenta el importe sanitario. Según la doctora Astudillo “debemos de tener en cuenta que hay unos cambios renales asociados al envejecimiento, por lo que a partir de los 40 años  nos va a caer un mililitro por año la función del riñón. Por otro lado, la enfermedad renal crónica es un estado inflamatorio, por lo que afectará más a los ancianos más frágiles”. Astudillo, que también habló de la prediálisis, cerró su intervención haciendo hincapié en la importancia de la dieta, antes y durante la diálisis en las personas con insuficiencia renal. ”La malnutrición agrava el problema de las dolencias renales,  por lo que es importante por para de los enfermos y cuidadores tener un buen conocimiento de la dieta adecuada en cada uno de las fases de la dolencia”, explicó la nefróloga, quien destacó la necesidad de tener presente una adecuada hidratación en el paciente y un buen nivel de vitamina D, entre otros beneficios de una alimentación adecuada.

Potenciar el autocuidado

En la segunda parte de las jornadas, las enfermeras del equipo multidisciplinar del Servicio de Diálisis Peritoneal del Hospital Universitario de Asturias, Beatriz Peláez y Mónica Fernández, hablaron sobre la prevención, el autocuidado y el manejo del paciente anciano con enfermedad renal crónica, con una exposición detallada sobre la última fase de la enfermedad, que sería el proceso de  hemodiálisis, domiciliaria u hospitalaria, y los protocolos que es necesario seguir en ambos casos. Beatriz Peláez habló de la necesidad de “potenciar los autocuidados, optimizar la calidad de vida del paciente y su buena educación en el tema, evitar el sobrepeso, el buen seguimiento de la vacunación y una dieta adecuada a cada caso”, entre algunos de los aspectos a tener en cuenta para optimizar los buenos resultados en el tratamiento de la hemodiálisis. La enfermera del HUCA dio algunas pautas concretas como el seguimiento de una dieta sosa o sin sal, la doble cocción y el remojo de las verduras para eliminar el contenido de potasio, así como el consumo de frutas bajas en ese mineral, como la pera, la manzana, la piña o la sandía.

Las geriatras Eva López y María Eugenia Portilla, y el nefrólogo Manuel Heras fueron las personas encargadas de cerrar las jornadas. Las últimas exposiciones sobre la Patología Renal en el Anciano se desarrollaron bajo los títulos de ‘Síndrome de fragilidad en pacientes con insuficiencia renal crónica’ y ‘Toma de decisiones en la enfermedad renal avanzada’.

 

 

 

 

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