Asturias ultima un Plan de Salud orientado hacia la mejora del bienestar

Redacción 31-1-2019

El consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Francisco del Busto, ha presentado el Plan de Salud del Principado 2019-2030,  ‘Poblaciones sanas, personas sanas‘, un “ambicioso” proyecto,  concebido para orientar las políticas públicas hacia “la mejora del bienestar de las personas, acompañarlas en todas las etapas de la vida y reordenar los servicios sanitarios en función de sus necesidades”.

Del Busto ha subrayado que esta nueva herramienta parte de un riguroso análisis de salud de la población y pretende actuar “sobre las causas de las causas”, con el fin de lograr “que la ciudadanía viva más años y en las mejores condiciones posibles”.

El titular de Sanidad ha señalado que tanto este plan como la Ley de Salud, que ya ha iniciado su tramitación parlamentaria, parten del planteamiento de que la salud es un concepto mucho más amplio que la ausencia de enfermedad, relacionado con el bienestar personal y con el desarrollo integral de las personas, y determinado por un amplio conjunto de factores sobre los que es preciso incidir.

“Ambos documentos parten de una misma visión holística de la salud y constituyen un ejemplo del compromiso del Gobierno de Asturias con el desarrollo integral de las personas y de las poblaciones”, ha subrayado.

El nuevo plan, en cuya presentación han participado también el director general de Salud Pública, Antonio Molejón; el jefe del Servicio de Evaluación de la Salud y Programas, Rafael Cofiño, y Marta Villamil, enfermera del centro de salud de Cudillero e integrante del equipo responsable del proyecto, supera y sustituye al vigente. El trabajo se ha planteado como un proceso de planificación y acción para la próxima década, revisable en función de los cambios sociales, con monitorización continua y actualizaciones bienales.

Varias de sus características fundamentales son las siguientes:

  • Un proceso complejo centrado en prioridades y cuyo desarrollo se basa en establecer sinergias con otros sectores que son los verdaderos protagonistas de esas acciones, más allá del propio sistema sanitario.
  • Un proceso dinámico que se desarrolla a través de estrategias o programas específicos, con especial énfasis en la monitorización de resultados de salud y en sus tendencias en los próximos diez años.
  • Un proceso orientado a la evaluación de la equidad, ya que el plan permite revisar los resultados de salud desde esta perspectiva.
  • Un proceso sostenible con herramientas de soporte. Para ello, se generarán estructuras de apoyo a la evaluación y monitorización de las acciones que se impulsen y se establecerá una dinámica de coordinación entre diferentes sectores e instituciones.
  • Un proceso para la orientación del sistema sanitario que busca generar una línea de trabajo motivadora, sostenible y de calidad.

El documento se ha elaborado en torno a tres áreas de actuación:

  • Trabajar con una perspectiva de equidad y salud en todas las políticas, potenciando sistemas de participación comunitaria.
  • Mejorar los entornos y las condiciones en las diferentes etapas de la vida, con el propósito de aumentar el bienestar y lograr personas y comunidades más resilientes.
  • Garantizar un adecuado sistema sociosanitario público para ofrecer una atención adecuada a los usuarios.

30 metas prioritarias y 12 objetivos generales

El plan incluye 30 metas prioritarias para mejorar la salud de la población y rebajar las desigualdades, así como 12 objetivos generales y 92 acciones concretas.

Además, propone el abordaje de paradigmas como el suicidio, el malestar en las mujeres y el consumo de psicofármacos, la cardiopatía isquémica, los cuidados paliativos y la atención a las personas en el final de la vida, la violencia de género, las enfermedades crónicas, el alcoholismo, el tabaquismo, la salud sexual, la desmedicalización o la adecuada utilización de los servicios sanitarios.

 

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