Mantenerse fresco, beber líquidos y suprimir el alcohol, los mejores consejos para los mayores en verano

Redacción 27-6-2019

Los centros de día Vitalia aportan las mejores recomendaciones para que los sénior pasen el mejor verano posible a pesar de las altas temperaturas: 

HIDRATACIÓN: asegúrate de tomar muchos líquidos durante todo el día, incluso aunque no sientas sed (cuantos más año cumplimos más tendemos a no notar o no expresar esta necesidad). Bebe dos vasos de agua llenos nada más despertar y otro antes de acostarte, y al menos otros 8 a lo largo del día. Además, puedes tomar bebidas refrescantes (sin cafeína, alcohol, gas ni mucho azúcar), pero lo más naturales posible (no valen, por ejemplo, los zumos industriales). Si decides tomar bebidas para deportistas (como Aquarius), hazlo con moderación y siempre que no exista contraindicación médica. Las sopas y caldos, alimentos no sólidos como el gazpacho, y frutas con alto contenido en agua (como la sandía) también cuentan cómo proporcionan hidratación.

ALIMENTOS SALUDABLES: toma comidas ligeras que incluyan la mayor cantidad posible de frutas y verduras; abstente de la comida procesada. Los vegetales incluyen minerales y agua en abundancia, que también ayudan a hidratarte.

MIDE TU GRADO DE HIDRATACIÓN: signos como una piel apagada y escamosa, debilidad, confusión, sequedad de la boca y ojos hundidos, pueden indicar deshidratación, que es un gran peligro. Una buena manera de saber si estás bien hidratado es fijándote en la frecuencia con la que orinas y el color de la orina: deberías acudir al baño tantas veces como en invierno, y la orina debería tener un color amarillo muy clarito o casi transparente; si su tono es intenso o desprende fuerte olor, podría ser un signo de deshidratación.

VIGILA CUÁNTO SUDAS: lo ideal es sudar lo mínimo posible; si por alguna razón has sudado más de lo normal, asegúrate de reponer líquidos. Para disminuir el sudor, en general, la mejor medida es evitar las altas temperaturas y el pasar calor: lleva ropa ligera que no te acalore; mantén en casa una temperatura fresca usando ventiladores, aire acondicionado o abriendo ventanas en momentos de poco sol para que fluya el aire en casa (cierra ventanas y persianas cuando haya mucho sol). Trata de que la temperatura interior sea constante y no demasiado fría. No duermas excesivamente tapado. Si sales de casa, elige preferiblemente horas de poco sol (primeras horas de la mañana y últimas de la tarde), y no pases mucho tiempo fuera. Si realizas ejercicio físico, que sea moderado y, si puede ser, en el interior y con constante hidratación.

CUIDADO CON LOS GOLPES DE CALOR: estar expuesto a un elevado calor durante un tiempo prolongado puede derivar en el conocido golpe de calor, que puede poner en riesgo tu salud (algunos síntomas son: letargo, mareos, confusión, debilidad, dolor de cabeza y desmayos, entre otros). Por ello, la temperatura de tu casa debería estar entre los 18 y los 24 grados, y lo mejor sería permanecer en casa o en un espacio interior a temperatura fresca durante las horas en las que el sol cae con mayor intensidad. Limita tu exposición al sol, y si caminas bajo el mismo cúbrete la cabeza con una gorra o sombrero, o utiliza un paraguas de verano. No te aventures a salir a la calle sin compañía. Cuando tomes un baño, trata de no pasar excesivo calor. Vigila también tu actividad física: que no sea extenuante ni se realice bajo el sol.

VISITA A TU MÉDICO: no es mala idea pedir cita con tu médico de cabecera, o consultar con Enfermería, para que te puedan ofrecer pauta más especificas y adaptadas a tu estado particular de salud y a tu edad. Si tienes cualquier duda sobre este tema, o si has notado algún problema que tenga que ver con el calor y la estación del año, no dudes en comunicarlo y en consultar inmediatamente con tu profesional de la salud.

IMPONTE LA “LEY SECA”: aunque ya se ha mencionado, es necesario hacer hincapié en este aspecto. Evita a toda costa el consumo de bebidas alcohólicas (puedes tomar una cerveza fría al día o un vaso de sangría o vino, siempre y cuando estés cuidando tu hidratación); el alcohol es un potente deshidratador y puede dar al traste con tus medidas contra la misma. Además, cuando se consume alcohol se tiende a ingerir menos líquidos que proporcionan verdadera hidratación.

LOS TIEMPOS CAMBIAN Y EL CLIMA TAMBIÉN: posiblemente te hayas dado cuenta de que cada año las estaciones se vuelven más impredecibles y cambiantes; es más difícil saber cuándo va a llegar el calor o si, una vez llegado, permanecerá. Por ello no hagas cambios completos de armario (deja algo de ropa de invierno y entretiempo con la de verano en el armario), y no te fíes de, si ha refrescado unos cuantos días, salir de nuevo a la calle abrigado porque ese día puede hacer de repente un calor excesivo. Consulta diariamente el parte metereológico y ten en casa un termómetro de interior y otro de exterior para fijarte en cuántos grados hay. Puedes mirar por la ventana para consultar qué día hace y fijarte en cómo va la gente vestida; también puedes preguntarle a un familiar, vecino o persona conocida.

 

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