Mitos y realidades sobre las pensiones

Redacción

Fundación Pilares, junto con la Asociación Mayores de Madrid XXI y Fundación HelpAge España, ha organizado el pasado 15 de noviembre la jornada ‘Mitos y realidades sobre las pensiones en España’,  en un acto celebrado en las instalaciones de la Fundación ONCE, en Madrid.

Tras algunos datos sobre la situación de las pensiones en el ámbito global, con 184 millones de personas mayores que viven en la pobreza, por parte de Isabel Martínez, presidenta de HelpAge, Loles Díaz Aledo, presidenta de la Asociación Mayores XXI, lamentó que la caja de las pensiones haya casi desaparecido.

Por su parte, Pilar Rodríguez, presidenta de Fundación Pilares, recordó que «en España tenemos la mayor esperanza de vida del mundo, después de Japón», ironizando sobre si «esto es una catástrofe, como se nos quiere hacer ver desde muchos sectores políticos y económicos, y si acaso se nos plantea, que deberíamos preferir vivir menos tiempo”. Igualmente, Rodríguez trasladó al debate  si es en verdad el cambio demográfico “el responsable de la falta de viabilidad de nuestros sistemas de protección social, o más bien es la longevidad  la  excusa que se maneja para recortar y revisar derechos sociales conquistados”.

Rodríguez celebró que haya también voces expertas que mantienen que garantizar la sostenibilidad del Sistema de Pensiones y el derecho a su revalorización según el IPC sí es posible, aunque, sin duda, “para ello sea necesario aplicar reformas”.

Protección de la caja de pensiones

Adolfo Jiménez, ex-secretario de Estado de Seguridad Social y profesor honorífico investigador de la Universidad de Alcalá, tras recordar reformas importantes que se hicieron en la financiación de la Seguridad Social y que permitieron la universalización de la Sanidad y la creación de pensiones no contributivas, alertó del peligro que acecha cuando se lanza la idea errónea de que la Seguridad Social está en peligro, lo que provoca que mucha gente, especialmente los jóvenes,  se pregunte “¿para qué voy a cotizar si en el futuro no me voy a beneficiar del sistema de pensiones?”  Y recordó que el sistema no solo garantiza ingresos tras la jubilación sino que también actúa como un seguro de vida que cubre frente a riesgos como la invalidez, viudez, orfandad… Jiménez analizó también datos que muestran que mientras somos la quinta potencia económica en Europa, en porcentaje del PIB que dedicamos a protección social somos los terceros por la cola, por detrás incluso de Grecia o Portugal. También destacó que “hay una solidaridad intersectorial, intergeneracional e interterritorial en el Sistema de Pensiones”, defendiendo que esa solidaridad y la cohesión de un país es posible “gracias a la caja única del sistema de pensiones, que hay que proteger”.

Finalizó su intervención recomendando una serie de medidas para el sostenimiento de las pensiones, como es “actuar por el lado de los ingresos -no recortando el gasto-,  que los presupuestos del Estado financien la parte no contributiva de las pensiones y que las medidas de fomento de empleo, como es la bonificación de cotizaciones sociales, no se hagan a expensas del presupuesto de la Seguridad Social”.

En la mesa redonda  ‘Problemas y  posibles soluciones de nuestro sistema  público de pensiones’, José Antonio Herce,  director asociado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), explicó  por qué no le gusta hablar de envejecimiento sino de longevidad. “La esperanza de vida se ha duplicado en el último siglo –explicó Herce- y ha habido una enorme ganancia de vida que estamos experimentando, pero no hemos hecho nada para estar a la altura de esto”. En tono provocativo, llegó a afirmar que «no envejecemos; los laboratorios se están encargando de esto. No entendemos el cambio social. No podemos llamar mayores a los que realmente no son mayores”.

La sociedad no se moviliza

Por su parte, Eva María Blázquez, profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Carlos III de Madrid, destacó en su intervención la paradoja de que “el mercado laboral actual trata como joven a los que tienen 30 años, y como mayores desde los 45. Hay que adaptarse a la nueva realidad”.

Blázquez recordó que “las pensiones no son un derecho fundamental en la Constitución”  y llamó la atención sobre cuestiones como las diferencias de género, la obsolescencia de la pensión de viudedad y la compatibilidad entre trabajo y pensión. Acabó su intervención expresando su preocupación de que la sociedad “no se movilice para mejorar las condiciones de las pensiones”.

Cerró la mesa de las pensiones Juan Antonio Gimeno, licenciado en Economía y Derecho, ex-rector de la UNED y fundador y presidente de Economistas sin Fronteras, que analizó lo que denominó «las trampas del sistema de pensiones, como que sólo usamos las cotizaciones para alimentarlas, pero sin tener en cuenta los cambios en la productividad y el PIB del país. El debate debe estar en la distribución de la renta”.

Gimeno puso en el foco la importancia de que “cotizar debe tener trascendencia en la jubilación para no fomentar el mercado negro” , presentó una propuesta de reforma en la que se considere un sistema de pensiones de tres niveles y defendió la idoneidad de alentar la puesta en funcionamiento de una renta básica.

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