“Estamos poco observantes de lo que las personas manifiestan como deseable y bueno para ellas”

Luz Losada 26-9-2018

Tras más de 20 años de experiencia trabajando por y para las personas mayores,  Lourdes Bermejo, doctora en Ciencias de la Educación y gerontóloga, dirige el proyecto ‘Cantabria Territorio Amigable con las Personas Mayores’, del que traslada detalles a los lectores de ‘NOSOTROS’, a la vez que hace una valoración de la implantación del modelo de Atención Centrada en la Persona.

-Como coordinadora del programa de buen trato y promoción de territorios amigables con las personas mayores en Cantabria ¿Qué beneficios tiene para los municipios pertenecer a esta red?

En un territorio tan envejecido como las comarcas rurales de la comunidad autónoma de Cantabria en la que se desarrolla este proyecto, esta puede ser la primera oportunidad para que los responsables políticos reflexionen acerca de en qué medida sus políticas y están destinadas a facilitar la vida y hacer ésta más agradable. En muchas ocasiones también es la primera oportunidad que tienen los vecinos más mayores para reflexionar lo que necesitan para envejecer en sus entornos.

 -¿Cómo se desarrolla el proceso de  acreditación?

El proceso de acreditación requiere de un largo camino: en primer lugar hay que solicitar la adhesión, que implica la solicitud por parte del alcalde o alcaldesa y la aprobación del pleno municipal. Significa que las corporaciones locales están informadas de lo que implica entrar en el proceso y que voluntariamente asumen esa responsabilidad. y ello implica realizar una serie de fases. La primera de todas es el diagnóstico participativo, en el que participan los propios vecinos mayores así como los proveedores de servicios de proximidad. Una vez realizado el diagnóstico es necesario ir desarrollando algunas de las políticas propuestas que se han identificado como  importantes, ya que tendrán que ir dando pruebas de qué aplica, por medio de un plan, y de las ideas que han planteado los vecinos mayores. De forma que la OMS puede ir evaluando hasta qué punto existe realmente un compromiso por parte de ese ayuntamiento por convertirse en un entorno amigable para las personas mayores..

-Diecisiete municipios consultarán las necesidades de sus habitantes mayores ¿algún resultado?

Estamos todavía en fase muy incipiente pues tampoco es tan sencillo llegar a las personas mayores y preguntarles de repente qué es más importante para ellos…. En los entornos donde existe más costumbre de participación, de asociacionismo, puede no ser tan complicado, pero a veces en  entornos rurales donde no existe esa costumbre y donde además las personas no se conocen mucho,  simplemente que las personas manifiesten libremente su opinión crítica requiere primero ganarse su confianza y generar espacios y tiempos adecuados para ello. También sucede que hay personas que nunca han pensado en esto y a la primera pregunta tampoco se les ocurren tantas ideas. El proceso reflexivo critico requiere también que se tenga criterio y por eso las personas que conocen otros entornos, que viajan, tiene más realidades con las que comparar su realidad, oportunidades y entorno, y es cuando también pueden tener más ideas. Además, aunque todos los ayuntamientos son rurales, los hay en la costa o en el interior, con sistemas productivos muy diversos, unos  se basan más en el turismo, con el natural flujo de personas; otros más ligados a la ganadería …  Y por supuesto el tamaño también influye, los hay muy pequeños y muy aislados de alta  montaña, otros disponen de más servicios y recursos de todo tipo.

-¿Qué necesitan las personas mayores para vivir bien su vejez?

En el proyecto de entornos amigables, la Organización Mundial de la Salud estableció varios elementos que facilitan la vida de las personas a medida que envejecemos. Espacios  accesibles y edificios, transporte, vivienda, redes sociales de apoyo, empleo y participación, respeto a la inclusión social, comunicación, información y servicios sociales y de salud. Lógicamente su desarrollo en cada uno de los territorios es muy diverso.

AICP

 -El cambio en la implantación de la atención centrada en la persona implica a profesionales y familias  de personas usuarias ¿cuáles son las limitaciones más apremiantes?

Potenciar una atención más integral y centrada en cada una de las personas que se encuentran en situación de fragilidad dependencia o vulnerabilidad, requiere sobre todo un cambio de mirada y un cambio de actitud. Para los profesionales esto es lo primero pero en paralelo y quizás lo más difícil, supone un cambio de mirada en las organizaciones y sus responsables y en sus directivos. Ello implica que cada organización debe reflexionar cuál es su misión, sus valores y poner los medios adecuados,  priorizando en base a esto. En la armonía entre el cambio en la organización y el cambio en la actitud y la forma de comportamiento y la relación que cada uno de los profesionales trabaja, está la clave.

-¿Qué cambios propone para el personal de los centros?

Echar primero una mirada hacia dentro y a partir ahí, una mayor sensibilización y percepción más simpática de las personas con las que trabajamos para sentirnos más cerca de ellas y  así darnos cuenta que compartimos muchas más cosas de las que nos separan. La propuesta es realizar pequeños cambios en la forma de relacionarnos, de comunicarnos con ellas, de plantear las actuaciones profesionales, el lenguaje…..

-Los valores y la filosofía de ese sistema ¿cómo son valorados por las familias y los profesionales?

En general es una visión que todos queremos para nosotros mismos. Nunca he encontrado un solo profesional,  un solo familiar que para sí mismo no quiera este enfoque. Pero a veces es difícil ponerte al otro lado y ser tú quien facilitas que la persona que ahora es mayor tenga ese reconocimiento que implica reconocer su dignidad y ayudarle a ejercer sus derechos para que tenga la vida plena, la mejor vida posible desde la propia mirada de la persona.

-.¿Cuál es la mayor diferencia con lo que se hace ahora?

Estamos poco observantes de lo que las personas manifiestan como que es deseable y bueno para ellas. Creo que tenemos, en general, una creencia errónea: de que las personas tenemos necesidades diferentes y las de “ellos” no son las mismas que las nuestras. Y eso es absolutamente falso. Si,  todos tenemos las mismas necesidades (desde las básicas hasta las sociales, emocionales, psicológicas o las  más espirituales), lo que sucede es que personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad (física, psicológica, socio emocional o existencial) tienen muchísimas más dificultades para poder satisfacerlas. Ésta es nuestra responsabilidad: ser capaces de generar oportunidades significativas y valiosas para que las personas puedan satisfacerlas.

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