L. Losada/21-8-2019
El pasado mes de junio, la Sociedad Galega de Xerontoloxia y Xeriatria (SGXX) ha celebrado su 31 congreso en Pontevedra. Su presidente, Miguel Ángel Vázquez, analiza en esta entrevista los contenidos del encuentro y los retos y necesidades de la comunidad gallega, una de las más envejecidas de Europa.
-El lema escogido para esta edición fue ‘Galicia, liderando la longevidad europea. Oportunidades y retos’. En una comunidad con un porcentaje de población envejecida de los más elevados de Europa ¿cuáles son esas oportunidades y retos?
Efectivamente Galicia está con sus provincias de Lugo y Ourense entre las 10 comarcas más envejecidas de Europa, de acuerdo con los datos de la Oficina Estadística Europea de 2017 (Eurostat, 2017). Además, en porcentaje de población de más de 65 años sigue a Asturias y Castilla-León, con cerca de un 25%.
Uno de cada cuatro gallegos tiene más de 65 años: Galicia es un país mayor, Galicia tiene como magnífico recurso solidario a casi una de cada cuatro personas que no tiene obligaciones laborales, que cuentan con su casa pagada, que disponen de conocimientos y experiencia, que saben quiénes son y qué esperan de la vida, que tienen sus hijos criados y a los que no les asusta el futuro. Las personas de más de 65 años son nuestro mayor recurso, el mayor activo de una sociedad de futuro
Respecto a una sociedad con tantos recursos, pensamos que han de generarse estrategias diferentes de carácter social absolutamente innovadoras y poco disruptivas. Convertir a las personas mayores en los activos principales de pueblos, aldeas, villas o ciudades en que los entornos físicos se adapten a estas nuevas necesidades, las personas mayores sean agentes activos y solidarios comprometidos con otros que precisen de apoyos. Los hogares, las casas han de abrirse; las cocinas comunicarse; los salones aumentar las sillas, las TV subir el volumen, los periódicos editarse con letra más grande, las aceras reducir sus obstáculos y alisar sus superficies. Los parques permitir ruedas y andadores, las escuelas formar a cuidadores en soporte físico y en afrontamiento psíquico del cuidado. Incluso las universidades que nos forman para el trabajo, habrán de generar Programas de Formación para los tiempos de no trabajo y enseñarnos a envejecer saludablemente y a desarrollar actividades orientadas a la mejora de la comunidad.
Con respecto al número de centenarios (1.800 personas) y su proporcionalidad sobre el número de personas mayores, Galicia es la comunidad con más personas de 100 años, y es donde mayor endogamia genética o menor mezcla genética se ha evidenciado, según publica el genetista Carracedo en 2019, probablemente por su situación geográfica.
Creo que, por ello, se constituye en un espacio natural único en el que estudiar no sólo lo que tiene que ver con la alimentación, sino sobre todo con estilos de afrontamiento vital que pueda generar un excelente laboratorio de investigación sobre envejecimiento de utilidad para generaciones venideras.
El envejecimiento y la longevidad humana cambiarán nuestra forma de vida, nuestro modo de relacionarnos, nuestras familias y nuestra actividad laboral. Cambiará más la sociedad que las nuevas tecnologías o que el cambio climático,
-Vd considera que la sociedad tiene acuñados modelos de una vejez del siglo pasado ¿Cambiar estos modelos que requiere?
Sin duda, nuestras sociedades están pensadas para individuos que viven 70 u 80 años, no para los que viven 100 o más o llegarán a los 140 años. Yo tengo la confianza más absoluta en las personas y en la sociedad, y entre todos modificaremos los modelos actuales de sociedad, las viviendas, las familias, las actividades, las relaciones humanas y las actitudes ante la vejez. La mayor revolución de este siglo tiene su raíz en la vida, en su calidad y duración.
Los modelos tradicionales de familia cambiarán tanto que habrá que modificar leyes y sistemas por razón de la longevidad. Piense en matrimonios a 100 años, familias, los hijos y parejas, nietos, tataranietos…; el trabajo será cambiante en diferentes etapas en función de las mejores capacidades en cada edad, los lugares de vida, las actividades fuera del trabajo, la economía que soporte 140 años, muchos de ellos sin trabajar…
Serán sociedades que yo no alcanzo a explicar y pude que ni imaginemos.
-¿Cuál es su balance de este congreso?
Nuestro 31 congreso ha tenido nuevamente el carácter de internacional y fue presidido por la Dra. en Farmacia Natalia Vérez, lo que ha impreso un estilo novedoso de reunión científica, con 8 Cursos de formación en paralelo, 6 Wokshops simultáneos y 8 Seminarios de Comunicaciones científicas, además de 5 Mesas de Debate y 5 Conferencias Plenarias repartidos en un día de actividad precongresual y dos de Congreso, que nos ha permitido abordar aspectos vinculados a la mayor parte de las disciplinas gerontológicas, con presencia de ponentes de nivel científico y profesional sobresaliente y con debates que han permitido generar reflexiones que luego se matizaban en los pasillos del congreso y entre las calles de la hermosa ciudad de Pontevedra.
Nos acompañaron más de 25 entidades y empresas del ámbito sociosanitario y la colaboración de los organismos púbicos de algún modo reafirmó que la vejez interesa, que hay mucho que cambiar y que es nuestro mejor futuro.