Berta Suárez/13-2-2020
Impartidas por la doctora Aida Suárez, las Tertulias de la Memoria son un proyecto de educación ciudadana y divulgación sobre los problemas del olvido y otras dificultades cognitivas. Las novedosas charlas pretenden ser una mejora para las personas que sufren deterioro cognitivo y para quienes viven con ellas a diario. Por eso, las enseñanzas van dirigidas a pequeñas comunidades donde puede aparecer o ya existe el problema entre algunos de sus integrantes. Un conocimiento más profundo del deterioro cognitivo aportará herramientas para la gestión de las relaciones humanas con las personas que empiezan a vivir en una frecuencia diferente, y que necesitan de unas atenciones especiales para hacerle frente a esa circunstancia vital.
La neuropsicóloga y científica asturiana, Aida Suárez González pensó que debía de dedicar parte de su tiempo libre a enseñar a vivir con los olvidos. Especializada en deterioro cognitivo, comenzó sus estudios universitarios en Salamanca, se formó y trabajó durante 9 años en el servicio de Neurología del Hospital Universitario Virgen del Rocio de Sevilla y se trasladó a trabajar a Londres, donde residió durante unos años. Ahora, reparte su tiempo entre la capital inglesa, donde continúa trabajando en el Centro de Investigación Científica de la Demencia de Queen Square, University Collage London (UCL), y su ciudad natal, Oviedo. Aida Suárez lleva 15 años trabajando en el campo de los trastornos de memoria producidos por enfermedades neurodegenerativas y ha dirigido y publicado numerosas investigaciones en este campo, muchas de ellas relativas a las intervenciones para mejorar la calidad de vida de personas con deterioro cognitivo y su red de apoyo.
El objetivo de la la neuropsicóloga es seguir contactando con personas que tengan responsabilidad en barrios, comunidades de vecinos, instituciones municipales, etc., para que le faciliten la divulgación de esas charlas gratuitas, que versan en torno a los temas de la pérdida de memoria y su gestión. Normalmente suelen desarrollarse en tres jornadas, que varían de tiempo según vayan transcurriendo las tertulias. Asimismo, la información y opinión sobre los encuentros que dirige Aida, está presente en la red social de Facebook. Con la creación de esas páginas en Internet, se produce un seguimiento en el tiempo del desarrollo y los resultados que se van obteniendo de los talleres, además de aportar información sobre el itinerario de los lugares por donde se imparten. De esta manera, las personas interesadas en el tema, pueden seguir acudiendo a compartir una simbólica taza de café, como metáfora de la socialización y la puesta sobre la mesa de problemas cotidianos en torno al deterioro cognitivo.
Conocimiento y educación
“Hace un año se me ocurrió que ir a los barrios y proporcionar formación a vecinos y vecinas interesadas en aprender más sobre cómo vivir bien con deterioro cognitivo, podría tener un impacto rápido, práctico y positivo sobre la vida de las personas. Estuve unos meses dándole forma a la idea y reclutando apoyos. Este verano, con la ayuda de las enfermeras comunitarias María Jesús Rodríguez y Elvira Menéndez y la activista de la Plataforma de la Sanidad Publica, Pilar Lobo, empezamos a programar charlas, y este otoño comenzamos los ciclos en Ribera de Arriba”, relata la investigadora del Dementia Research Center.
La creadora de las Tertulias, para sobrellevar el olvido impuesto sin remedio, cuenta a ‘NOSOTROS’ que “no hay fármacos para detener la pérdida de memoria. Pero se está demostrando que con una buena técnica de estrategia, el futuro de las personas que lo viven puede tornarse más positivo. No hay distancias insalvables. Con conocimiento y educación podemos llevarlo todo mucho mejor”. Así, por ejemplo, el conocimiento que pueda recibir el frutero del barrio para tratar a los clientes con deterioro cognitivo que acuden a su tienda con frecuencia, es un punto de apoyo importante para las mismas. Por ello, en las Tertulias de la Memoria, encontrará respuestas a preguntas que van en ese sentido de buen trato, haciendo hincapié en la posibilidad de que vivir mejor con deterioro cognitivo se aprende con educación.