La formación constante del personal sociosanitario, centrada en la persona, es fundamental para los cuidados de larga duración

Redacción 17-7-2020

Los cuidadores y cuidadoras de personas mayores en situación de dependencia y/o vulnerabilidad tienen un papel vital en el bienestar físico y emocional de estas. Son las que las acompañan en su día a día, para poder desarrollar su proyecto de vida, y eso va mucho más allá que únicamente prestar cuidados sociosanitarios.

Para abordar la importancia de una formación constante y centrada en la persona, la Fundación Edad&Vida, en colaboración con la Institució Cultural del CIC, ha reunido a diferentes expertos en el webinar ‘Cuidados de larga duración: el valor de la formación’.

Joaquim Borrás, presidente de la Fundación Edad&Vida, ha sido el encargado de presentar la jornada. Borrás ha introducido a los diferentes ponentes destacando que “es imprescindible que los profesionales que cuidan a personas mayores sean conscientes que están cuidando a otras personas. Porque cuando requerimos ser cuidados, no queremos que se nos trate como pacientes o, aún peor, como objetos, sino como personas, entendiendo todos los prismas de cualquier ser humano”.

El webinar ha contado con una primera ponencia del Dr. Francesc Torralba, teólogo y ensayista y director de la cátedra ETHOS de la Universitat Ramon Llull. Torralba ha hecho hincapié en el valor de la formación: “Para ejercer bien cualquier tarea humana debemos formarnos. Y tener claro que siempre estamos en proceso de formación, tengamos la edad que tengamos. Y más aún si nuestro destinatario es otro ser humano, especialmente si se trata de un colectivo en situación de vulnerabilidad”.

Para Torralba, “la regla de oro que todo cuidador debe aplicarse es cuidar al otro como le gustaría ser cuidado. Y esto significa huir de la cosificación u objetivación, tener claro que no estamos cuidando a un paciente sino a una persona, con sus emociones, vínculos, creencias, objetivos vitales, su intimidad… no podemos caer en formas reduccionistas ni unidireccionales del cuidado, sino que la formación debe ser integral, con sus conocimientos técnicos, pero, sobre todo, con habilidades humanas”.

Posteriormente se ha abierto un debate moderado por Ricard Bahí, director pedagógico de la Institució Cultural del CIC, que ha contado con la participación de Mercè Mas, de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Catalunya (FATEC); Irene Esparza, directora de residencias y psicóloga de la Fundación Via Activa (Grup Som Via); e Inma García, experta en formación del Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs).

Según Mercè Mas: “Los cuidadores deben anteponer, por delante de cualquier aspecto, a la persona. Deben tener la habilidad de saber escuchar, no solo las manifestaciones verbales sino, sobre todo, las no verbales. Saber detectar sus necesidades. Y desarrollar otras cualidades, como la capacidad de frustración, de no creerse poseedores de la verdad, y estar abiertos a la formación y el aprendizaje continuos”.

Para Irene Esparza: “Se debe tratar a las personas como ellas desean ser tratadas. Debemos preguntar, escuchar, poner el foco de atención centrada en la persona de forma individualizada. Y tener una gran capacidad de adaptación a sus necesidades. Por eso es importante que los profesionales sigamos formándonos a lo largo de toda nuestra carrera profesional”.

Finalmente, Inma García ha reivindicado que el sector “no tiene el prestigio que merece ni está suficientemente reconocido. La crisis de la Covid-19 ha puesto de manifiesto que contamos con excelentes profesionales, que han estado en primera línea jugándose la salud. Pero al sector le falta reconocimiento, debemos dotar a sus profesionales de mayor formación, una remuneración acorde y un plan de carrera profesional mejor que el actual

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