La personalización y el empoderamiento, claves para que las residencias vuelvan a ser centros de vida

La Fundación Edad&Vida ha reunido en el webinar ‘Residencias inmunizadas: ¿y ahora qué?’ a expertos que alertan de la gran discriminación sufrida por las personas mayores durante la pandemia

Redacción 12-3-2021

El proceso de vacunación en las residencias de personas mayores está reduciendo drásticamente el número de contagios y fallecidos por Covid-19. Pero las consecuencias de la pandemia para el personal de estos centros y para las personas institucionalizadas seguirá teniendo una gran afectación a nivel cognitivo, emocional y funcional.

Varios expertos del sector se han reunido en el webinar “Residencias inmunizadas: ¿y ahora qué?”, organizado por la Fundación Edad&Vida, donde han señalado que para recuperar el bienestar y la calidad de vida de sus usuarios es imprescindible reactivar la actividad de los centros, sus hábitos y sus rutinas, el contacto con familiares y las salidas a la calle. Además, han apuntado que para que las residencias vuelvan a ser centros de vida debe brindarse el trato más personalizado posible, y una participación más activa de las personas mayores en los procesos de toma de decisiones que les afectan, buscando el equilibrio entre la seguridad ante la pandemia, y el bienestar emocional de cada persona.

El webinar, presentado por Joaquim Borrás, presidente de Edad&Vida, ha contado con la participación de la Dra. Sacramento Pinazo, doctora en psicología, profesora universitaria e investigadora del Estudio RESICOVID; Mercè Mas, de FATEC; Josep de Martí, director de Dependencia.info; y Josep Valls, CEO de Anticimex. El webinar completo puede visualizarse en este enlace.

La primera intervención ha ido a cargo de la Dra. Sacramento Pinazo, quien ha presentado los resultados preliminares del Estudio RESICOVID, aún en marcha, y que sigue analizando la situación de los profesionales residenciales y de las personas mayores, tanto las que viven en estos centros como en sus domicilios.

“Los profesionales han padecido y siguen padeciendo lo que denominamos fatiga pandémica: sobrecarga emocional, estrés, ansiedad, saturación, incertidumbre, enorme responsabilidad… todo ello sumado al hecho de sentirse poco reconocidos a nivel económico y laboral, pero también a nivel social. Es imprescindible atender sus necesidades desde todos estos puntos de vista”, ha señalado la Dra. Pinazo.

Repunte del edadismo y pérdida del trato personalizado

En cuanto a las personas mayores, la Dra. Pinazo ha apuntado que el estudio “detecta diferencias muy significativas entre los estadios cognitivos, emocionales y funcionales previos a la pandemia y los actuales. La soledad, el aislamiento, la ruptura de sus rutinas, los cambios de hábitos constantes o la falta de contacto con sus seres queridos, entre otros, han afectado enormemente a las personas institucionalizadas. Todo ello sumado a una gran discriminación, en términos edadistas, tanto de las administraciones públicas y los medios de comunicación, como de la sociedad en general. Ahora es el momento de hablar de todas estas consecuencias”.

En la misma línea, Mercè Mas de FATEC, ha alertado del gran repunte del edadismo: “Además de estigmatizar a las personas mayores, todas las medidas adoptadas han sido en función de la edad, y no de la persona. Desde FATEC siempre hemos insistido que el trato debe ser personalizado, que deben tenerse en cuenta las necesidades, derechos, deseos y preferencias de cada persona”.

Mercè Mas también ha puesto en valor el trabajo de los centros residenciales: “Se ha dado una visión muy negativa de las residencias, cuando la realidad nos indica que se han hallado infinitud de soluciones creativas, dentro de las limitaciones, para personalizar al máximo. Insistimos, el camino a seguir es el de la personalización. Las residencias no son hospitales, nadie quiere vivir en un hospital. Las residencias deben ser centros de vida, con una mayor integración social y sanitaria, pero deben ser sus hogares”.  

Recuperación de la normalidad y mayor libertad para decidir

Para Josep de Martí, director de Dependencia.info, las personas que viven en residencias deben tener mucho más poder de decidir por ellos mismos.

“Lo que realmente afecta negativamente a las personas institucionalizadas, y a las mayores en general, son la soledad, el aburrimiento y el sentimiento de inutilidad. Dentro de las posibilidades de la pandemia y de la situación personal de cada persona, debe encontrarse un equilibrio entre las medidas de seguridad y su salud emocional. Es necesario el debate de cómo hacer que las personas estén más empoderadas, que tengan mayor capacidad de decidir por ellas mismas. Abriendo este debate nacen nuevas alternativas y soluciones para que las residencias sean o vuelvan a ser centros de vida”, ha concluido de Martí.

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