Cuadernos de historias de vida: la herramienta de reminiscencia que aporta un mayor sentido al presente

Redacción 8-2-2023

Las historias de vida son las que definen y dan forma a la persona. Cada vivencia, cada anécdota y cada experiencia acaban conformando el carácter, los gustos y preferencias en la etapa adulta, pero también sus temores e incertidumbres.

Por ello, en la residencia Sor Maria Rafaela de Campos, gestionada por enEquip, cada residente crea su propio cuaderno de historia de vida, con el acompañamiento del equipo de profesionales. Estos cuadernos se elaboran a partir de los recuerdos y fotografías de la persona. Generalmente, constan de tres etapas: la infancia, la vida adulta y la jubilación. El objetivo de estas recopilaciones es trabajar la reminiscencia, pero también, obtener una mayor información sobre ella para ofrecerle el mejor acompañamiento posible, en su día a día. “Qué educación recibió, cómo era su familia, qué le gustaba hacer en su tiempo libre… todo ello nos da información muy concreta sobre la persona, para poder implementar adecuadamente la metodología de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), que utilizamos en nuestro centro residencial. Un modelo de atención que busca que el trato que ofrecemos sea personalizado e individual”, explica Bàrbara Mas, directora del centro residencial.

Además, estos cuadernos se utilizan, también, como herramienta terapéutica para preservar las capacidades cognitivas de las personas mayores, tratando de demorar, tanto como sea posible, el deterioro cognitivo. “Llevamos a cabo sesiones de reminiscencia guiadas por el cuaderno. Con él, podemos hacer pequeños recorridos por la vida de la persona, deteniéndonos en aquellos momentos que recuerda como más felices, algo que le aporta bienestar y le ayuda a dar un mayor sentido a su trayectoria vital”, asegura Natalia Alós, trabajadora social de Sor Maria Rafaela. “Son libros que trabajamos durante mucho tiempo y con los que descubrimos historias preciosas que finalmente, acaban siendo un regalo tanto para las personas residentes, como para sus familias”, concluye.

Es el caso de Nancy, usuaria del centro, su cuaderno recoge numerosos viajes alrededor del mundo. A través de ellos recuerda culturas, sabores, olores… “Cuando recuerdo mis viajes me doy cuenta de lo afortunada que he sido. Creo que la gente que he conocido en cada lugar me ha ayudado a ser quien soy hoy”, apunta orgullosa. De hecho, las últimas páginas de su cuaderno albergan su último viaje el año pasado cuando, a sus 80 años, viajó hasta Atlanta para reencontrarse con su hermana.

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