Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología. Miembro de la Sociedad Española de Microbiología Universidad de Salamanca
Puede haber cierta confusión, por lo que conviene aclararlo desde el principio: la gripe aviar –de la que tanto se ha hablado en los últimos meses– y la gripe A –la que está castigando actualmente a la población española– no son lo mismo, aunque ambas enfermedades están causadas por influenzavirus.
La gran familia de los infuenzavirus
Existen cuatro tipos de influenzavirus: A, B, C y D. Algunos patógenos de la influenza A y B pueden causar epidemias estacionales de gripe en las personas, si bien todas las pandemias conocidas han sido ocasionadas por virus gripales del tipo influenza A, que son los únicos responsables de la gripe aviar, además de causar gripe común en humanos y las gripes porcina y equina.
Los virus de influenza tipo A pueden dividirse en diferentes subtipos dependiendo de los genes que constituyen las proteínas de superficie: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Ambas son los antígenos que reconoce el sistema inmunitario del hospedador.
Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa, clasificados de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente. Eso implica que pueden existir decenas de combinaciones del subtipo de influenza A. Dentro de cada subtipo existe una considerable variabilidad, lo que repercute en la capacidad de enfermar de la cepa.
Todos los subtipos conocidos de los virus de influenza A pueden causar infecciones en las aves, salvo los subtipos A(H17N10) y A(H18N11), solo detectados en murciélagos. Entre los virus de influenza tipo A pueden producirse mutaciones y recombinaciones y, ocasionalmente, pueden aparecer nuevas cepas muy letales para las aves. Estas son responsables de la influenza aviar altamente patógena (IAAP), popularmente conocida como gripe aviar.
Gripe aviar: rara pero mortal
Las personas pueden infectarse por los virus de la influenza aviar tipo A, aunque es relativamente infrecuente. Se conocen cinco subtipos (H5, H6, H7, H9 y H10) de este patógeno capaces de causar infecciones en humanos, aunque los identificados con mayor frecuencia son los subtipos H5N1 y H7N9.
A nivel mundial, entre el 1 de enero de 2003 y el 1 de diciembre de 2023 se notificaron 882 casos de infección humana por el virus de la influenza aviar H5N1 en 23 países. De estos, 461 fueron mortales, lo que supone una tasa de letalidad del 52 %. Desde principios de 2013 hasta la fecha se han notificado a la OMS un total de 1 568 infecciones humanas confirmadas del virus H7N9, incluidos 616 casos mortales (tasa de mortalidad del 39 %). Las personas suelen contraer la enfermedad al manipular o estar en contacto estrecho con aves enfermas o muertas.
Los responsables de la gripe humana
En los humanos, los responsables de causar los brotes de gripe estacional son dos subtipos del virus de influenza A: A(H1N1) y A(H3N2). Los patógenos de la influenza B, clasificados en linajes y cepas, también pueden causar brotes de gripe en los humanos. Los que circulan actualmente entre las personas pertenecen al linaje B/Yamagata y al linaje B/Victoria.
Cada mes de febrero, la OMS publica la composición de la vacuna contra la gripe en el hemisferio norte. Las vacunas tetravalentes recomendadas para la temporada 2023-2024 tienen diferentes componentes:
- Las producidas a partir de huevos embrionados (inactivadas o atenuadas) contienen una cepa análoga a A/Victoria/4897/2022 (H1N1) pdm09, una cepa análoga a A/Darwin/9/2021 (H3N2), una cepa análoga a B/Austria/1359417/2021 (linaje B/Victoria) y una cepa análoga a B/Phuket/3073/2013 (linaje B/Yamagata).
- Las producidas a partir de cultivos celulares contienen una cepa análoga a A/Victoria/67/2022 (H1N1) pdm09, una cepa análoga a A/Darwin/6/2021 (H3N2), una cepa análoga a B/Austria/1359417/2021 (linaje B/Victoria) y una cepa análoga a B/Phuket/3073/2013 (linaje B/Yamagata).
Aquella pandemia de 2009
En la temporada invernal 2009-2010 ocurrió una pandemia de gripe H1N1 que afectó a más de 70 países, aunque la mayoría de las muertes tuvieron lugar en México. El patógeno era una combinación del virus de la gripe porcina, aviar y humana y se le dio el nombre de gripe A (H1N1) pdm09 para distinguirlo de las cepas H1N1 estacionales y de la cepa pandémica H1N1 de 1918.
Desde 2009, la gripe A (H1N1) pdm09 ha circulado en forma de gripe estacional, y al ser un virus relativamente nuevo, al que no estamos demasiado acostumbrados, todavía mantiene un impacto importante sobre la población general. Los virus gripales que nos enferman se transmiten principalmente a través de gotitas producidas cuando las personas infectadas tosen, estornudan o hablan. Con menos frecuencia, alguien puede contraer gripe al tocar una superficie u objeto contaminado con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o incluso los ojos. A pesar de las diferencias, los síntomas que produce la gripe A son similares a los de la gripe estacional común.
En la actualidad, las pruebas de diagnóstico rápido de la gripe, de venta en farmacias, permiten identificar en muestras humanas la presencia o ausencia de antígenos virales de la influenza A y B que causan la gripe en las personas. Sin embargo, de momento no existe ningún test de diagnóstico rápido comercial que permita detectar la presencia de gripe aviar.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.