Luz Losada 4-7-2018
‘Manojo de recuerdos’, nombre de la última exposición de Virginia Bersabé, representa una búsqueda de la memoria y la piel , una continua investigación de la autora, sobre todo de mujeres mayores, a las que la joven artista pinta desnudas o semidesnudas,
La pintura de Virginia Bersabé es una continua investigación del color para narrar historias. Sobre todo las de mujeres mayores, ancianas, a las que la joven artista pinta desnudas o semidesnudas, buscando en los tonos de la piel la memoria, el pasado y el presente de las modelos.
“Comencé retratando a mujeres mayores en 2011, estando todavía estudiando Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Fue ahí cuando me comencé a sentir muy atraída pictóricamente por los retratos de muchas mujeres mayores que tenía en mi entorno más cercano. Principalmente por mi abuela María del Valle”.
“Poco a poco, fue asimilando el desnudo en la pintura. Se sorprendía muchísimo con los desnudos y con el hecho de que trabajara del natural en la facultad. Y de ahí pasamos a que me fuera posando cada vez con menos ropa, cada vez con más confianza en mí y en mi trabajo, con más sinceridad y diálogo entre nosotras, cada vez las dos más desnudas”, detalla la autora.
Las modelos son mayores de 75 años en general, por el respeto de la autora hacia los mayores. “Me han inculcado ese respeto y ese valor desde pequeña. Son el pilar de la sociedad, el pilar de la familia y de una buena cultura. Es un valor que se está perdiendo actualmente. Y, muy a mi pesar, si no hacemos nada, irá a peor”.
Todo un desafío
El primer proyecto o serie fue ‘Almas de cántaro, una visión más directa de diferentes modelos, más centrada en las cuestiones de la rutina y del retrato. Le siguió el proyecto ‘Manojo de recuerdos’, que comenzó con el primer desnudo. “Fue aquí donde empiezo con mi primera modelo con alzhéimer”.
Para Virginia, el desafío “fue y es constante, ya que no es fácil desnudar a mujeres de avanzada edad. Tanto por vergüenza de ellas como por las costumbres y cultura en la que han vivido y vivimos. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y a día de hoy ya son muchas las modelos con las que he trabajado y trabajo. Siempre con permiso familiar o de la propia modelo”.
Ahora, la autora anda metida en otra serie que se llama ‘Morada al sur’, cargada de desnudos y de alzhéimer. “Sigo con mucha fuerza con mis investigaciones pictóricas. Muy comprometida con las mujeres, la piel, la memoria y la vejez”.
El trabajo con las modelos es “muy bonito y satisfactorio”, destaca la pintora. “Trato de estar muy cerca, hablando y compartiendo tiempo. Las sesiones de foto o dibujo son muy especiales. Todo el proceso depende de ellas, de la circunstancia de cada una, es por eso que cada sesión es diferente y única. Mi reacción con los desnudos ha sido siempre desde un respeto absoluto y un acercamiento muy profesional y plástico. Ya llevaba años trabajando con el desnudo, es por ello que al empezar con ellas, ya sabía hacia dónde quería dirigirme con el color y a través del color».
Muchas modelos no han podido verse por fallecimiento o enfermedad. Otras, al verse, se alegran muchísimo, otras no se reconocen y en general, “les cuesta ver el resultado, aunque también es verdad que cada vez menos por la confianza del trabajo. Y cada vez les gusta más verse en un lienzo. Es comprensible que algunas sean reacias a posar por los estereotipos tan marcados y asimilados que nos han impuesto como sociedad”.
La relación con el público es una parte “muy interesante y muy bonita” del trabajo de Virginia . “Constructiva en todos los sentidos porque estoy expuesta a todo. He tenido experiencias de todo tipo: mucho asombro por la temática y las modelos, muchas preguntas de por qué mujeres y mayores y la enfermedad, muchas emociones a flor de piel, lágrimas, comentarios constructivos, personas que no pueden ver mi trabajo porque no lo consideran agradable o «bonito», o porque les hace enfrentarse a una realidad que quieren evitar… de todo un poco, pero siempre muy bueno para mí como profesional”.
Virginia Bersabé expone actualmente en Sevilla en una muestra colectiva con relación a Murillo y su aniversario. A lo largo de este año y del próximo tiene exposiciones individuales y colectivas en España, Francia y EEUU.