Redacción 7-5-2020
El Servicio de Salud del Principado (Sespa) potenciará las consultas no presenciales y la telemedicina durante la fase de desescalada. Para ello, se reorganizarán las agendas de la actividad programada, fomentando además la atención telefónica y las videollamadas a los pacientes.
Esta fase de transición para el sistema sanitario asturiano será “lenta pero segura”, ha subrayado la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra, que esta tarde ha presentado un documento con las líneas estratégicas para la recuperación progresiva de la actividad asistencial al consejo de administración, celebrado telemáticamente y presidido por el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz.
El texto señala que los hospitales y los centros de salud conservarán en esta fase los triajes y el doble circuito de pacientes para los posibles casos coronavirus y las personas que padezcan otras dolencias. Los usuarios deberán respetar los asientos anulados en las salas de espera, así como el distanciamiento social de dos metros. Además, se fomentará la desburocratización de las consultas, que mantendrán la receta electrónica sin formato papel, y la incapacidad temporal se gestionará con reconocimiento no presencial. También se optimizará la integración de la historia clínica electrónica entre los distintos niveles asistenciales.
Asimismo, se intensificará la realización de muestras por PCR, test de anticuerpos y pruebas Elisa a todos los pacientes que lo precisen, y serán obligatorias para los usuarios que deban someterse a una intervención quirúrgica o prueba diagnóstica invasiva.
El documento contempla la integración del uso de medidas de protección individual de profesionales y pacientes, tanto de higiene de manos como métodos de barrera, según los diferentes protocolos en la práctica asistencial diaria.
Las medidas del Sespa están orientadas a recuperar la actividad ordinaria con la máxima seguridad para pacientes y profesionales. En este sentido, se monitorizará a diario la evolución de los datos epidemiológicos y asistenciales de la pandemia, con el fin de adecuar las estructuras y los procesos organizativos a un posible incremento de la incidencia de las infecciones por coronavirus.
El Sespa coordinará las áreas sanitarias para agrupar a los pacientes afectados por la COVID-19. En esta fase de transición, se contará con el hospital provisional instalado en el recinto ferial Luis Adaro, de Gijón. Así, sus 144 camas podrán atender ingresos de larga duración de pacientes positivos por coronavirus con sintomatología leve, que precisan aislamiento y cuidados. De esta manera, se permitirá normalizar la asistencia de otras patologías en los centros hospitalarios de agudos.
El Servicio de Salud mantendrá la colaboración con los centros concertados y privados para dar respuesta progresiva y coordinada en esta vuelta hacia la nueva normalidad.
La directora gerente del Sespa ha pedido a la ciudadanía que continúe actuando con la misma responsabilidad demostrada hasta ahora para “que el sistema sanitario pueda ir dando respuesta al resto de patologías no relacionadas con la COVID-19 y, entre todos, consigamos, lentos pero seguros, recuperar la normalidad”.