El largo camino hacia la Accesibilidad Universal

Profesionales y expertos analizan hasta qué punto funciona y se cumple la normativa que regula la accesibilidad para las personas con discapacidad

Redacción 19-11-2021

Todas las personas, tengan o no discapacidad, tienen los mismos derechos. Sin embargo, la ausencia real de accesibilidad universal vulnera a diario los de las personas con discapacidad. Esta es la principal conclusión extraída ayer en la jornada ‘Accesibilidad Universal como Derecho Humano’, organizada por el Consejo Sectorial de Accesibilidad Universal del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD).

El acto fue presentado por la adjunta a presidencia del CEDDD, Mar Ugarte, y moderado por Berta Bursilovsky, arquitecta, fundadora de la Asociación para la Comprensión Fácil de Entornos y Edificios (ACFEE) y responsable del Consejo Sectorial de Accesibilidad Universal. Las ponencias corrieron a cargo de  Virginia Real, CEO y fundadora del Proyecto Accesscity;  Ana de Luis, presidenta de Fundación DOCE (Discapacitados Otros Ciegos de España), y Pilar Pereda, arquitecta y coordinadora de Sostenibilidad, Movilidad y Renovables del Ayuntamiento de Alcorcón.

A lo largo de casi dos horas de jornada, las ponentes analizaron la normativa en materia de accesibilidad y su implementación real en los entornos, concluyendo en todos los casos que aún queda mucho camino por recorrer. La primera en intervenir fue Virginia Real, que centró su intervención en la Orden TMA 851/2021, de 23 de julio, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanizados. En su opinión, esta nueva norma, que regula por primera vez aspectos que hasta ahora estaban en un vacío legal, “tiene un carácter mucho más técnico” que otras normativas, explicó Real, que añadió: “algunas dimensiones son más restrictivas, pero en otros aspectos ocurre lo contrario”. Su cara menos amable, destacó la CEO de Accesscity, es que “muchos conceptos son genéricos y restan claridad a la norma” en su conjunto.

Por su parte, Ana de Luis compartió su experiencia personal como madre de un hijo y una hija con baja visión. “Ahora no somos conscientes, pero todos vamos a tener problemas de visión”, auguró la presidenta de DOCE. Entre otras cuestiones, De Luis explicó que una persona que tiene un problema visual “tiene la retina abierta”, por lo que es necesario adecuar la vivienda con elementos que tengan contraste. Por ejemplo, si los vasos y platos son de color, poner el mantel blanco; si la comida es de color claro, entonces mejor mantel negro. En los exteriores, las personas con baja visión comprenden mejor los “carteles grandes, con letras grandes, en amarillo y sobre fondo negro”, añadió.

Finalmente, la última en intervenir, pero no menos importante, fue la arquitecta Pilar Pereda, que puso el foco en la accesibilidad cognitiva y digital como las grandes asignaturas pendientes. “El Código Técnico e Edificación se queda corto”, afirmó Pereda, y continuó: “Habla del acceso para sillas de ruedas y contempla aspectos de la discapacidad auditiva, pero se queda ahí; es decir, recoge unas condiciones mínimas para la accesibilidad física y sensorial, pero la accesibilidad cognitiva no la trata para nada”, aseveró.

Tras las tres exposiciones, las ponentes concluyeron de forma unánime que la Accesibilidad Universal es aún una meta por alcanzar y que cumplir este objetivo pasa por implementar cambios en diferentes ámbitos. En primer lugar, “que cuando se redacten las normas se tenga en cuenta a todos los colectivos de la discapacidad, obviamente, pero también a todos los entornos”, reclamó Virginia Real. Lo siguiente, continuó Ana de Luis, “es que las normas se cumplan y si no es así, se tienen que sancionar con una multa”. Porque “todo el mundo tiene derecho a sentirse parte de la comunidad”, concluyó Pereda.

La jornada estará disponible de forma íntegra próximamente en el canal de You Tube de CEDDD.

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