Amade exige rigor informativo al abordar los temas relacionados con la atención a las personas mayores

La asociación madrileña lamenta que, una vez más, «el desconocimiento sobre el trabajo que se realiza en los centros acabe empañando la labor del personal de atención directa»

Redacción 10-2-2022

A raíz de diferentes informaciones aparecidas en medios de comunicación generalistas sobre el uso de las sujeciones físicas y químicas en el ámbito de la dependencia, la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) lamenta que, una vez más, «el desconocimiento sobre el trabajo que se realiza en los centros acabe empañando la labor del personal de atención directa».

“Volvemos a vernos en la necesidad de dignificar el trabajo de los profesionales del sector. Una cosa es el uso de sujeciones tras un proceso en el que se han valorado diferentes medidas y que es prescrito por un médico y autorizado por la familia con una revisión periódica, y otra muy diferente es el abuso de dichas sujeciones. Por ello, no debemos confundir a los familiares y, menos aún, atemorizarles con mensajes que nada tienen que ver con la realidad del día a día en una residencia”, afirma la presidenta de la patronal madrileña, Pilar Ramos.

El sector sociosanitario es necesario para atender las necesidades de las personas mayores a medida que envejecen y, en concreto, las residencias son un recurso imprescindible cuando el hogar no reúne las condiciones adecuadas para garantizar su calidad de vida. “Las familias deben tener la tranquilidad de que la persona mayor va a vivir en un lugar seguro y va a estar atendida por profesionales cualificados. De lo contrario, provocamos un injusto dilema emocional a la hora de tomar una decisión inevitable”, afirma Ramos. 

En este sentido, los medios de comunicación, para Amade, tienen una gran responsabilidad. El desconocimiento y la falta de rigor informativo generan mensajes erróneos “que dañan la imagen de las residencias y la labor de sus profesionales”. Por ello, la presidenta de la patronal madrileña insiste en que “debemos construir y no destruir poniendo en tela de juicio nuestra labor. Utilizar el sector de atención a las personas mayores y en situación de dependencia para hacer política es injusto para todos los que cada día contribuimos a mejorar su calidad de vida”, apunta Ramos.

En el sector se trabaja acorde a rigurosos protocolos de actuación, respetando la normativa vigente. Además, Servicios Sociales realiza inspecciones periódicas a las residencias para «controlar su correcto funcionamiento y la labor que desempeñan los trabajadores». Por lo tanto, «en caso de mala praxis, si existe fundamento, las familias pueden recurrir por vía judicial para que se investigue el caso. Una mala práctica no define a todo un sector. Un sector que atiende cada día a más de 400.000 personas mayores, que viven y son atendidas con la dignidad que se merecen”, concluye Ramos. 

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