La terapia artística deja huella en El Lauredal

Los residentes del centro de día de Gijón participaron en la creación de un mural

Redacción 18-7-2022

Desde el primer día que pisaron el centro, la idea de transformar y darle vida a la pared de color gris de escaleras y patio de entrada, estaba presente en el equipo directivo del centro de día El Lauredal, de Gijón. Ahora, el mural con los colores vivos de la naturaleza, creado por manos  laboriosas, a golpe de spray,  acoge al visitante al centro y es motivo de visita para los residentes, que disfrutan  a diario de la obra hecha.

“Queríamos que los residentes participasen como actividad terapéutica, artística e intergeneracional, ya que la participación de las personas mayores en estas terapias  contribuye a promover la autoestima y el trabajo en equipo, y potencia y refuerza los vínculos emocionales entre usuarios, destaca Ángela López, terapeuta ocupacional y directora del centro.  ”El equipo de profesionales colaboró con ellos. Era una técnica de spray y al principio les sorprendió  pero se les explicó y al final, alguno no quería dejar el spray”.

La actividad estuvo coordinada por el equipo de terapia ocupacional, psicóloga, animadora sociocultural y personal gerocultor, además del personal de la empresa Gijón Dolky, que colaboró con los residentes en la creación del mural.

El centro,  con capacidad para 30 plazas, tiene pacientes de todo tipo, personas totalmente pendientes y otras con deterioro cognitivo. El objetivo  es que todos  se beneficien de un centro de día. “Cuando una persona llega al centro –explica la directora-,  evaluamos sus capacidades físicas, cognitivas, funcionales y emocionales. A partir de los resultados, emitimos un informe,  marcamos unos objetivos y establecemos  terapias individuales y grupales, adaptadas a sus gustos e intereses. El objetivo es mantener,  pero algunos mejoraron desde que entraron”.

Los centros de día ofrecen una alternativa de respiro familiar a los cuidadores, en muchas ocasiones familiares que atienden en el domicilio, un apoyo que mejora la calidad de vida y el bienestar de las personas usuarias y sus familiares: “Las personas cuidadoras, sobre todo mujeres, nos dicen que “necesito tiempo para mí”. El cuidador tiene que estar bien y fuerte; si no, no puede cuidar. El respiro o descanso que proporciona un centro de día beneficia al cuidador principal”, comenta Ángela.

En el primer verano del centro de día El Lauredal, aparte de las propias del centro, hay previstas actividades en la comunidad para fomentar el envejecimiento activo, reducir el aislamiento social en la vejez y promover un estilo de vida saludable son recursos muy valiosos para las personas mayores y sus familias. Ahora, además, la terapia artística ha dejado huella en El Lauredal.

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