Fuentes del sector creen que estas cajas lentas, orientadas a paliar el aislamiento de personas de edad avanzada, son una idea “de una empresa en particular”, si bien apuntan que ya hay proyectos más orientados a la “compra asistida para personas mayores”, con algún problema de movilidad o de discapacidad
M. Gutiérrez/25-1-2023
Cada vez son más los supermercados que apuestan por automatizar sus cajas, ya sea para agilizar procesos o minimizar costes. Una medida que, independientemente de lo que se pueda pensar de ella, en ocasiones hace la tarea diaria de ir al supermercado más compleja para los compradores, especialmente para aquellos que llegan a una cierta edad. Es por eso que una apuesta como la de la cadena de Países Bajos Jumbo sorprende, cuanto menos.
Esta firma, con más de 200 establecimientos, puso en marcha en 2019 la iniciativa de ofrecer «cajas habladoras» o «parlanchinas», dentro del programa gubernamental Uno contra la soledad, en el que colectivos, asociaciones, empresas y particulares ayudan a la población mayor, tratando de minimizar sus problemas de soledad y aislamiento. Ya en 2021 la idea se extendió a gran parte de su red de establecimientos.
En estas cajas lentas, ‘parlanchinas’ o ‘habladoras’, el comprador puede hablar tranquilamente con el cajero, sin necesidad de apurarse, ya que el público que así lo quiera puede optar por otras cajas más convencionales.
Pero, ¿es trasladable esta experiencia a España y Asturias? Por ejemplo, portavoces de Mercadona en la zona norte de España califican esta iniciativa como “muy interesante”. Sin embargo apuntan que, “ahora mismo, no encaja” implementarla en sus establecimientos por sus “procesos internos y sistemas de trabajo”.
Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes de Empresas de Distribución explican a ‘NOSOTROS’ que la de las ‘Cajas Habladoras’ se trata de la iniciativa “de una empresa en particular en Holanda”. No obstante indican que, en una línea similar, en España “se está trabajando por ejemplo en proyectos de compra asistida, para personas mayores con algún problema de movilidad así como personas con algún tipo de discapacidad”.
En particular, “en Castilla-La Mancha, en colaboración con la Junta y el Comité Español de representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), se ha empezado a desarrollar en una amplia red de tiendas con el Programa de Compra Asistida que se espera extender a más comunidades”.
Desde el Cermi señalan que se trata de un programa de servicio “especializado de apoyo en la compra para personas consumidoras con discapacidad en su establecimiento, a través de dispositivos físicos que permiten adaptar el espacio a las necesidades de este perfil de consumidor y con el apoyo de personal cualificado”.
Se pueden acoger a este servicio las personas con discapacidad reconocida “con al menos el 33% de grado de discapacidad, que presentan limitaciones para poder realizar una compra en igualdad de condiciones que el resto de las personas” independientemente de su discapacidad física, sensorial, intelectual o del desarrollo, además “de personas con alguna enfermedad mental, mayores o que padezcan de enfermedad crónica”.