Redacción 30-1-2023
Las cifras son demoledoras. Y detrás de las cifras hay historias de vida truncadas, situaciones que empujan al suicidio. El 41,7% de todas las personas que se suicidaron en Cantabria en 2021 tenían 65 o más años. El dato, aportado por el INE en su informe de Defunciones por causa de muerte, supone un incremento de 16 puntos respecto a la proporción de personas mayores fallecidas por suicidio en Cantabria en 2019 y confirma el incremento desproporcionado de estos datos en 2020, cuando ya el 41,3% de todas las personas que se suicidaron eran mayores.
Si en España, 3 de cada 10 personas que mueren por suicidio tienen más de 65 años, en Cantabria esta proporción sube a 4 de cada 10. En 2021, último año del que hay datos consolidados, 20 personas de 65 o más años se quitaron la vida, cuando el número total de suicidios fue de 48. Las cifras de 2018 y 2019, antes de la pandemia, son significativamente inferiores, con 6 y 9 personas de 65 o más años respectivamente. En términos absolutos, en 2020 y 2021 se quitaron la vida algo más del doble de personas (20 y 19 personas) que en 2019 (9) y más del triple que en 2018 (6).
Otro dato relevante es que, al igual que en las cifras generales para toda España, siempre son más hombres que mujeres los que se quitan la vida. En el caso de Cantabria, en 2021 murieron por suicidio 17 hombres de 65 o más años frente a 3 mujeres en la misma franja de edad. Eso supone que el 85% de las personas que terminaron con su vida eran hombres.
UNATE, La Universidad Permanente, y Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM) hacen un llamado urgente a las autoridades regionales para que tomen en cuenta esta información para diseñar e implementar un plan de atención integral a las personas mayores que permita generar en la Atención Primaria un protocolo de detección temprana de situaciones de riesgo. “Aunque buena parte del sistema de detección y atención en Cantabria está en el sistema hospitalario – como el Programa de Alta Resolución para el Manejo de la Conducta Suicida y Prevención del Suicidio (CARS)-, en el caso de las personas mayores su principal lugar de interacción con el sistema de salud es en la Atención Primaria y es ahí donde se deben activar protocolos ágiles y eficientes”, ha señalado Francisco Gómez, coordinador operativo de ambas entidades, las que más trabajo hacen con las personas mayores en Cantabria.
“La salud mental de las personas mayores no suele ser prioridad en nuestro sistema y, si como señalan los estudios al respecto, vivimos un momento delicado en cuanto a la salud mental de la población en general, los datos de suicido dejan claro que cuando hablamos de personas mayores deben encenderse las alarmas y hay que tomar la iniciativa ya”, recalca Mónica Ramos toro, coordinadora técnica de UNATE y Fundación PEM. Por ello, de forma paralela a las medidas de emergencia, es igualmente urgente hacer un diagnóstico que permita conocer las causas de este aumento de los suicidios entre las personas mayores y de manera destacada en el caso de los hombres, por lo que urge un abordaje con perspectiva de género que arroje luz sobre esta problemática social ante la que no podemos quedarnos impasibles.