La presidenta del Observatorio Estatal de Soledad no Deseada explica que “si las mujeres a partir de los 80 sienten soledad es porque han tenido pérdidas afectivas de sangre y los hombres, cuando la expresan, viene a raíz de jubilarse”
Redacción 3-4-2023
Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de Soledad no Deseada y exministra de Asuntos Sociales con Felipe González, ha participado en un encuentro con organizaciones de mayores en la sede de UGT en Oviedo para presentar la propuesta de programa de la asociación y la plataforma nacional.
La soledad no deseada es un problema que afecta cada vez a más personas en España. Supone una fuente de sufrimiento para las personas y limita su derecho de participación en la sociedad. También tiene consecuencias negativas para la salud y el bienestar, así como costes sociales y económicos.
Durante su intervención, Fernández agradeció “al secretario general de la UGT poder tener un encuentro con las personas jubiladas del sindicato y de los movimientos sociales”. Desde el Observatorio Estatal de Soledad no Deseada se está precediendo a “preparar unos folios y enviar a todos los partidos” de cara a que incorporen medidas destinadas a atajar la soledad en mayores y otros colectivos susceptibles de padecerla.
Posteriormente procederán a “analizar de las cosas que les hemos sugerido si han recogido algo como compromiso político”. Del mismo modo que se sensibiliza a la administración, también cree que hay que hacer lo propio con “las empresas”, de cara a “retomar políticas de preparación para la jubilación”. Matilde Fernández indica que, de acuerdo con diferentes estudios europeos y del propio Observatorio Estatal de Soledad no Deseada, “si las mujeres a partir de los 80 sienten soledad es porque han tenido pérdidas afectivas de sangre y los hombres, cuando la expresan, viene a raíz de jubilarse”, ya que “han dejado sus relaciones sociales”.
Explica que, desde la entidad que preside, han “asumido una tarea que se está haciendo en toda Europa y que la Administración del Estado no la estaba cubriendo”. Considera que a nivel nacional se debe elaborar un “plan estratégico contra la soledad”, al estilo del que ya se dispone en Barcelona. En efecto, en la Ciudad Condal “recopilaron casi 200 medidas” y, con ellas, “y el liderazgo de la corporación elaboraron ese plan”.
Cree ineludible que, de cara a solucionar problemas relacionados con la soledad no deseada, el Gobierno Central y las administraciones autonómicas dispongan de “más personas trabajando en educación, sanidad, servicios sociales, más voluntariado”, así como de más servicios de “teleasistencia y mejores programas de acompañamiento”.
También aboga por abrir “más centros de mayores y culturales”, así como por “potenciar todas las tecnologías al servicio de las personas para la ruptura del aislamiento”.