Redacción 17-9-2020
El grupo sociosanitario vasco IMQ Igurco acaba de poner en marcha un programa pionero de alerta temprana de COVID-19 mediante el análisis sistemático de las aguas residuales de sus centros. El programa piloto ha comenzado en las residencias bilbaínas IMQ Igurco Bilbozar e IMQ Igurco Zorrozgoiti, ambas pertenecientes a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, y en la residencia IMQ Igurco Forua, ubicada en este mismo municipio vizcaíno.
Con el análisis de los datos de este proyecto piloto se determinará si esta nueva metodología tiene capacidad de ser un sistema de identificación temprana del coronavirus en residencias. Si estos resultados fuesen interesantes, podría convertirse en una metodología a implementar no sólo en residencias de personas mayores sino en otros ámbitos, como los centros educativos, entre otros.
Este proyecto se lleva a cabo tras el acuerdo de IMQ Igurco con las entidades Biotalde y AgrupaLab, que disponen de personal experto, equipos y laboratorios para la realización de todas las necesidades que requiere el programa.
El Dr. Iñaki Artaza, director médico asistencial de IMQ Igurco recoge los principales objetivos de esta iniciativa: “en primer lugar, contar con una medida más de seguridad para la detección temprana del SARS-CoV-2 en nuestros centros; y en segundo lugar, en caso de ser detectado este coronavirus, determinar sus concentraciones”.
El especialista en Geriatría y Gerontología valora la capacidad de esta herramienta para detectar el coronavirus “en personas infectadas, especialmente en baja prevalencia o asintomáticas. Se trata de una medida de eficacia científica demostrada, que va más allá de la normativa establecida y que refuerza una amplia batería de medidas de prevención que, desde hace varios meses, están implementadas en nuestras residencias para rebajar en todo lo posible el riesgo de contagio”.
Tal y como destaca la bióloga Nieves Zabala, directora de Biotalde, “existe evidencia científica que corrobora que la detección de SARS-CoV-2 en aguas residuales en las primeras etapas de la propagación de la COVID-19 es una estrategia relevante para su uso como un indicador temprano de la infección en una población específica, tal y como sucede en las residencias de personas mayores”.
La recogida de muestras se lleva a cabo varias veces por semana. Una vez que se dispone de ellas, los análisis se realizan mediante detección de RNA del SARS-CoV-2 por RT-PCR a tiempo real, en muestras ambientales (aguas residuales) por laboratorios con experiencia en la detección molecular y con personal técnico experimentado y capacitado para la correcta interpretación de los resultados.
Los resultados se expresan como “Detectado / No detectado” y en caso de detección positiva, se lleva a cabo la cuantificación del virus, para orientar sobre el alcance de la infección dentro del edificio.