Siete claves para envejecer con sabiduría

“Envejecemos por carencia de ilusiones, hay gente joven verdaderamente “vieja”, y gente mayor muy joven, porque está llena de ilusiones, y estas se pueden recrear”

Noemí Tovar, psicóloga sanitaria, acompaña al lector en su libro “Envejecer con sabiduría” (Editorial Morata) a aquellas personas que empiezan en su vida a sentir menos vigor y menos atractivo.

“Nadie nos enseña a envejecer”

“La sabiduría se va gestando a “fuego lento”, muy despacio. Por eso en la juventud no se es sabio. Se puede ser listo, vivo, inteligente. Los errores, la experiencia, la resiliencia que favorecen la madurez y cómo no la vejez, confluyen en la sabiduría. Este libro es cercano, sencillo, útil y ofrece de manera reflexiva a las personas que están en la cincuentena y a los sexagenarios una visión optimista, sensata y crítica del proceso de envejecimiento. Nadie nos enseña a envejecer. Esta es la propuesta de este libro.

Ser uno mismo es un trabajo de elaboración, de reflexión. Soy Psicóloga y propongo y doy recursos en el libro. Igualmente podemos influir en los demás. Una afirmación importante que tengo muy presente en mi consulta como psicóloga es “el sufrimiento es fruto de la ignorancia”. Casi todos los problemas se pueden superar, aprendiendo recursos.

Regular el pensamiento

Pero ¿cómo envejecer con sabiduría si uno llega a esta etapa de la vida con carencias, dolores físicos y morales? “Envejecemos mucho mejor si lo aceptamos y no luchamos contra este proceso natural, así lo haríamos sin sabiduría. Es la aceptación de lo que nos pasa lo que hace que envejezcamos con sabiduría. En este libro, propongo muchos recursos para poner sabiduría en todas las etapas de la vejez”, sostiene Noemí.

Además de proponernos unas pautas para el autocuidado, también analiza cómo regular nuestro pensamiento como parte esencial de nuestra conducta y así hacernos sentir tranquilos. Todos los recursos que se exponen en este libro están verificados y fundamentados por el conocimiento científico.

Noemí Tovar aporta una serie de ideas y claves para envejecer con sabiduría ante diferentes situaciones de la vida.

1º Envejecer con sabiduría para los que tienen salud

  • Una etapa para realizar lo que nos ha gustado hacer siempre pero que no hemos tenido tiempo de hacer.
  •  Innovar y descubrir que nos puede gustar hacer, como si fuéramos “principiantes”.
  • Poner ilusión en lo que hacemos.

2º Para las mujeres que ven la vejez como un sinónimo de falta de belleza

  • Es importante el aspecto físico indudablemente, pero no hasta el extremo de cuestionar nuestra posición en el mundo.
  • Somos nosotras las que tenemos que conseguir convencernos a nosotras mismas de que cuando empezamos a envejecer, no perdemos atractivo a nivel “personal”, nuestra personalidad puede seguir siendo tan atractiva o más que cuando éramos jóvenes. Hemos de potenciar nuestra personalidad.
  • “Yo considero que el atractivo está en la personalidad no tanto en el cuerpo, pero si nos cuidamos y podemos mantenernos en un peso aceptable y con un rostro bien cuidado y no desfigurado por las operaciones de estética, podemos mantenernos muy atractivas. Si es cierto que nuestro atractivo “sexual” decae, pero yo distingo entre el atractivo personal y el sexual”.

3º Para los hombres cuando la jubilación les afecta

  • El libro les puede ayudar a reflexionar y a darse cuenta de que hay vida más allá de la larga etapa laboral.
  • A nivel emocional, no esconder sus emociones, mostrar su vulnerabilidad.
  • Muchos optan por medicarse con antidepresivos, pero la medicación no te enseña a ver otra perspectiva, no cura. Sería interesante, tal vez, una psicoterapia.
  • Muy pocos hombres van a psicoterapia y los que van yo les llamo “valientes”, porque se atreven a enfrentarse a sus emociones, a sus pensamientos.

4º Para los que han perdido la ilusión por las heridas emocionales y dolores físicos.

  • En nuestra cultura, la felicidad está sobrevalorada lo cual es un problema que empieza a ser preocupante. El dolor forma parte de la vida y lamentablemente nuestra sociedad tiene una baja tolerancia al dolor.
  • Aceptar el dolor es una forma sabia de vivir, de ahí la importancia de saber aceptar, regular y gestionar las emociones. El no querer sentir dolor nos puede conducir a no querer sentir y no sentir es como no vivir. Sentir nos puede ayudar a protegernos mejor.
  • No podemos aspirar a estar felices las 24 horas del día. Muchos momentos son normalitos, sencillos y en esa sencillez hemos de aprender que podemos disfrutar y aceptar la vida.
  • Hemos de desarrollar una alta tolerancia a la frustración. En el libro menciono cómo hacerlo.
  • Cuando no podemos manejar una problemática determinada, propongo hacer
  • terapia. Hay técnicas que ayudan a desbloquear los pensamientos negativos asociados a experiencias traumáticas.  De este modo, nuestro cerebro puede volver a reactivar su funcionamiento normal y así poder ver ese recuerdo perturbador como una experiencia de aprendizaje y crear una nueva narrativa.También es útil en problemas que no tienen un componente traumático, como ansiedad, depresión, trastornos de sueño, etc.
  • Debemos aprender a tolerar la frustración.
  • Cuando sentimos emociones negativas, como el miedo, enfado, tristeza, no se trata de no sentirlas sino de manejarlas, regularlas o modularlas. También conviene sobre todo conectarnos con ellas, sentirlas, de lo contrario viviremos anestesiados. Propongo técnicas poderosas para facilitar nuestra autorregulación.

5º Para los que tienen escasos recursos económicos

  • Lamentablemente este es un problema “social.  Hago mención en el libro: Japón, uno de los países más poderosos del mundo, cuenta con ancianos que delinquen para poder entrar en la cárcel y así poder tener acceso a comida y cama gratis. Todavía recuerdo como el ministro de finanzas Shinzo Abe pedía a los ancianos que se dieran prisa en morir para que el Estado no tuviera que pagar su atención médica. Creo que no hay palabras para expresar una opinión al respecto.
  • Cuidar a nuestros mayores con dignidad y respeto es una cuestión de ética y humanidad, una obligación moral de todas las sociedades, que entre todos tendríamos que sufragar. Podemos hablar de Envejecer con sabiduría, pero teniendo asegurada una pensión mínima “razonable” para poder vivir con cierta holgura.

6º Envejecer con sabiduría entre padres e hijos

“Cuento en el libro que cuidé a mi madre “dependiente” en mi casa hasta el día en que murió. Ella me dio la vida, me crió, me educó, me dio amor y creo que yo la debía lo mismo cuando se estaba preparando para irse. Presencia y amor. Yo pude hacerlo, pero entiendo que puede haber mucha gente que no pueda hacerlo. Pero se puede ser creativo y organizar un cuidado acorde con las circunstancias que tenemos”

7º Recursos para manejar la frustración y la comodidad

Noemí Tovar adelanta algunos peligros de cara a la vejez: “Vivimos en una sociedad en la que la comodidad se ha instalado y no parece que se vaya a ir. Se ha convertido en habitual no hacer esfuerzos y esto, naturalmente, pasa factura. Nos hemos convertido en “adictos” a la comodidad. La frustración tiene mucho que ver con cómo gestionamos los errores. En nuestra sociedad perfeccionista cometer un error puede llegar a ser devastador. Propongo recursos para manejar la frustración”.

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