Durante 2022, se han duplicado los casos atendidos por CONFEMAC

Datos del Teléfono contra el abuso y maltrato a las personas mayores, con 744 casos atendidos de todo el territorio nacional en 2022

Redacción 12-1-2022

Un año más CONFEMAC presenta el informe de resultados del Teléfono del Maltrato a las personas mayores, que durante el año 2022 ha registrado 744 casos atendidos de todo el territorio nacional, con 800 víctimas, teniendo en cuenta que un caso puede tener más de una víctima, por ejemplo cuando se trata de un matrimonio.

Durante el año 2022 se han duplicado los casos que han atendido. En este caso no solo consideramos que es una problemática social que aumenta, sino que también crece la conciencia sobre la misma y por ende se notifican más situaciones. En CONFEMAC nos consideramos parte responsable en que dicha conciencia siga aumentando, ya que además de la gestión del Teléfono del Maltrato, desarrollamos otras actuaciones dirigidas al buen trato a las personas mayores que tienen como fin último la sensibilización y prevención de este tipo de situaciones.

Datos estadísticos

En los resultados del año 2022 siguen predominando las mujeres entre las víctimas, que representan un 66% frente al 34% de hombres.

En cuanto a los tipos de maltrato notificados y teniendo en cuenta que en algunos casos coexisten varios tipos, sigue predominando el maltrato psicológico (34%), seguido del económico (20%), contra la libertad y los derechos básicos de las personas (13%) que está igualado en porcentaje al maltrato por negligencia (13%) y ultima la lista el abandono (9%). Hasta la fecha no se han notificado casos de tipo sexual.

El 81% de las llamadas recibidas se corresponden con casos acontecidos en el ámbito familiar y el 19 % en instituciones.

Las llamadas recibidas han sido realizadas por hijos/as en un 34%, por otros familiares en un 21%, por las propias víctimas en un 20%, por vecinos/as o personas no relacionadas directamente con las personas mayores en un 18%,  y en un 7% por profesionales.

Por Comunidades Autónomas, la Comunidad de Madrid es la que cuenta con más casos atendidos que representan el 24,5%, seguida de Andalucía (22,2%), Cataluña (11%), Comunidad Valenciana (9%), Islas Canarias (6%), Castilla y León (5,3%), Galicia (4,5%), Castilla La Mancha (4%), País Vasco (3%), Murcia (2,5%), Asturias (2,4%), Aragón (2%), Islas Baleares (1,2%), Extremadura (1,1%), Cantabria (0,7%), La Rioja (0,4%) y Navarra (0,2%).

Datos cualitativos

  • Detrás de cada situación de maltrato hay una violación de derechos humanos, casi siempre debido a actitudes edadistas, unas veces por sobreprotección y otras por creer que ya no cuentan, se arrasan completamente los derechos de las personas mayores. 
  • Quienes practican el edadismo consideran normal su conducta, porque se transmite culturalmente y hay actitudes que tenemos que ir cambiando. Por ejemplo, la compañía que cancela la póliza de seguro del coche a una persona porque va a cumplir 80 años, aunque tenga el informe médico favorable para seguir conduciendo; la hija o hijo que retira el DNI, la tarjeta médica, la tarjeta bancaria y toda la documentación de la madre o el padre porque, aunque puedan y quieran seguir controlando su vida, piensan que con 86 años no va a hacer buen uso de sus datos; los profesionales que retienen a una persona con 87 años que no quiere estar en la residencia, porque consideran que a esa edad no puede vivir sola/o, aunque ella/el tenga planificado cómo hacerlo; o quienes impiden que la persona se siga viendo con otros familiares o amistades de toda la vida.
  • En todas estas conductas se produce una cosificación. La persona es ignorada, tratada como si fuera un objeto sin preguntar, sin tener en cuenta sus necesidades o preferencias, y eso es considerado normal por muchas personas.
  • Sigue siendo especialmente injusto el maltrato infringido cuando hay problemas entre familiares, casi siempre hijos/as. Estos conflictos suelen estar latentes, pero cuando los progenitores comienzan a necesitar ayuda, se reavivan y a veces se polarizan las partes en conflicto hasta límites insospechados. La comunicación y el diálogo, en su momento, puede evitar estas situaciones pero los silencios y el distanciamiento crónico hacen casi imposible soluciones como la mediación.
  • En las residencias se siguen produciendo muchos ingresos forzados o por engaño. Las personas del entorno deciden que allí es donde la persona debe estar y lo gestionan todo sin tener en cuenta su punto de vista. Hay situaciones en las que un centro puede ser el mejor lugar para responder a las necesidades pero si esto se hace dialogando con la persona interesada, la misma persona suele concluir que la solución menos mala es el ingreso y la adaptación posterior es mucho menos traumática.
  • También hay que tener en cuenta que de vez en cuando hay personas mayores que se encierran en sí mismas, no consideran la situación de sus descendientes, les exigen apoyos imposibles o rechazan cualquier propuesta de ayuda. Estas personas actúan egocéntricamente y se pueden convertir en auténticos tiranos con quienes les rodean.
  • Los “hijos o hijas no independizados” o “retornados” son un factor de riesgo para el maltrato.
  • No podemos olvidar el maltrato institucional, como las injustificadas demoras en la tramitación de las prestaciones de la llamada Ley de Dependencia y la imposición del uso de las TIC. En este sentido hay gestiones en las administraciones públicas que son imposibles de realizar por muchos ciudadanos/as, especialmente se percibe un fuerte rechazo a la “desatención” telefónica a través de respuestas automatizadas. Y en cuanto a los bancos, han ampliado horarios pero siguen sin tener en cuenta las necesidades de muchas personas, no solo mayores.
  • Todo lo expresado hasta aquí se refiere a personas en pleno uso de sus capacidades cognitivas. El maltrato también se produce en personas con deterioro cognitivo.
  • Tenemos comprobado que bien por autoedadismo o sencillamente por falta de fuerzas para luchar, es muy difícil revertir las situaciones de maltrato en las personas más mayores de hoy. De ahí la importancia de la prevención, por eso en CONFEMAC realizamos el resto de acciones de nuestra Estrategia hacia el Buen Trato, que ha obtenido el premio del jurado de la Fundación Pilares en 2022.

La importancia de la colaboración

La prevención hará posible en el futuro una vejez sin abusos ni maltratos o violencia.

Si sintoniza con esta idea puede colaborar como Agente para el Buen Trato y/o a través de una Donación Económica que permita, como Entidad de Utilidad Pública, a CONFEMAC seguir progresando en la estrategia hacia el buen trato a las personas mayores.

TELÉFONO GRATUITO CONTRA EL ABUSO Y MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES:  900 65 65 66

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